';

Lo bueno se queda en casa

Lo bueno se queda en casa

Hoy, como cada 25 de julio, celebramos el Día de Galicia: una jornada para poner en valor la cultura y la historia de nuestra comunidad, una jornada para pensar en lo que es nuestro y sentirnos orgullosos de ello, algo que en Atalaya Comunicación aplicamos en cada uno de los proyectos que llevamos a cabo.

Tener presente de dónde vienes y cuáles son tus orígenes es algo inherente a todo ser humano. Nuestras raíces son la base de un árbol que hacemos crecer con el tiempo y que nunca nos podemos olvidar de regar, también en nuestro trabajo.

En Atalaya Comunicación y Publicidad trabajamos desde Galicia y para Galicia. Sabemos lo importantes que son los proyectos con marca gallega llevados a cabo en nuestra comunidad y en nuestra ciudad.

Es por ello que estamos orgullosos de formar parte de un sector como el nuestro y contribuir a que cada vez se haga más fuerte entre nuestras fronteras.

Orgullosos de que autónomos y empresas gallegas -pequeñas, medianas o grandes- hayan contado con nosotros para impulsar y llevar a cabo sus ideas desde cualquier punto de nuestra geografía, pasando por cada una de nuestras cuatro provincias.

Orgullosos de que compañías nacionales y multinacionales confíen en el trabajo de una agencia gallega con sede en Lugo para brindarles apoyo en su comunicación externa.

Orgullosos de dar a conocer nuestra tradición, nuestros paisajes, nuestra gastronomía, nuestra gente, nuestra lengua y nuestro Camino de Santiago gracias a proyectos como “O Camiño que nos une”, “Elas, o que move o camino” o “Lugo é Camiño”, amparados bajo “O teu Xacobeo”.

Pero, sobre todo, orgullosos de no olvidar nunca nuestras raíces porque, aunque hoy es una buena ocasión para recordarlo, llevar por bandera nuestra identidad en todo aquello que hagamos es algo que debemos cultivar día tras día.

O Equipo Atalaya deséxavos un moi feliz Día de Galicia a todo o mundo!

Alejandro Teijeiro

¡Hola! Soy Alejandro y soy graduado en Comunicación Audiovisual. Mi pasión por los videojuegos se traslada también a mi trabajo: no me rindo hasta pasar al siguiente nivel.