Estos colectivos presentan en ocasiones dificultades para conectar con el conjunto de la sociedad e incluso con sus propios integrantes. Su labor, fundamental en muchos sectores, a veces resulta menos visible de lo que debería para reconocer su acción
Como diría el tío Ben, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Por eso, considerarse a uno mismo profesional en alguna materia es una carga que hay que saber gestionar. Los Colegios Profesionales tienen el deber de estar a la altura del adjetivo que acompaña su nombre. Esto no solo está vinculado directamente con la labor que desempeñan, sino con otros aspectos como, por supuesto, el de la comunicación.
Estas organizaciones son de una relevancia vital en muchos ámbitos. En líneas generales, son entidades que impulsan las profesiones, fomentan el desarrollo y la investigación y cuidan a sus miembros y a todo el gremio con ofertas de empleo, becas, patrocinios, convenios, premios, etc.
No obstante, hay un gran inconveniente: no siempre tienen capacidad para destinar los recursos suficientes al apartado comunicativo, por lo que sus trabajos no llegan a trascender a la sociedad en la medida que deberían. Aquí es donde entran en juego apoyos como el de Atalaya que, de forma externa, pueden asumir ese peso. Estos son algunos de los motivos por los que un Colegio Profesional necesita una agencia de comunicación:
- Reforzar el conocimiento de las actividades programadas y de los beneficios de estar colegiado/a: tanto en los sectores en los que es un requisito colegiarse como en los que no, las ventajas de estar bajo sus paraguas son múltiples y muy interesantes. El problema es que no tienen difusión y la gente las desconoce. Por ello, potenciar su alcance a través de las redes sociales, páginas web o medios es fundamental.
- Apoyar la captación de nuevos/as integrantes, especialmente en aquellas profesiones sin colegiación obligatoria: cuantas más personas estén al tanto de las iniciativas impulsadas por estas organizaciones, más sencillo será atraerlas para lograr aumentar la plantilla de miembros.
- Dar visibilidad externa a la labor desarrollada por la entidad: los avances, los descubrimientos y toda la relación de hitos alcanzados no pueden quedarse estancados en el seno del Colegio y su círculo más próximo, ya que eso implicaría cortar la cadena del conocimiento.
- Reivindicar la aportación del colectivo a la sociedad: por mucho que un o una profesional esté dedicado o dedicada específicamente a una profesión, lo cierto es que su labor nos afecta, directa o indirectamente, a todo el mundo, por lo que es interesante concienciar a la población sobre sus novedades.
En Atalaya llevamos casi cuatro años trabajando codo con codo con el Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Lugo y prácticamente un año con el Colegio Oficial de Médicos de Lugo. En ambos casos, ponemos todo nuestro esfuerzo en cumplir con creces estos objetivos, porque, en definitiva, estamos convencidos de que si es Colegio Profesional, su comunicación también tiene que serlo.
