¿Cuántas veces el “1, 2, 3, 4” de un grupo de música en pleno ensayo nos ha anticipado que algo muy grande está por llegar? Es una especie de aviso, una cuenta que anuncia lo que está por venir a los más fieles, que se agolpan en la entrada del recinto mucho antes del concierto.
Aunque en Atalaya Comunicación nos gusta mirar siempre al frente, hoy es momento de saldar cuentas. No se trata solo de que echemos la vista atrás y recordemos nuestros cuatro años de vida, sino sobre todo de tomar conciencia de lo que hemos logrado y prepararnos para todo lo que vendrá.
Un 27 de octubre de 2017 comenzábamos a escribir nuestra historia. Desde entonces, ha habido algún tachón -incluida una pandemia que todo lo trastocó- pero también muchos subrayados y muchas palabras grabadas a base de repetirlas, como trabajo, empeño y esfuerzo.
No ha habido ninguna fórmula mágica ni tampoco dos días iguales en estos últimos 1.500. Solo la certeza de que, en la partitura de esta peculiar cuenta atrás, clientes y proveedores habéis sido parte crucial de nuestro recital. Los primeros, necesarios espectadores dispuestos a contratar un servicio con garantías; los segundos, aliados para poder hacer de cada concierto un espectáculo incluso más completo.
Pero, por supuesto, los protagonistas principales en este balance son las doce personas del equipo con las que hemos compartido parte de este recorrido. Tanto las que siguen formando parte de él como las que ya no están han sido una parte esencial sin la cual ni la mejor de las batutas podría haber servido.
La melodía ya nos suena, así que ahora es momento de seguir afinando el repertorio y de continuar sumando objetivos cumplidos en esta cuenta adelante… Solo así quizá dentro de 40 años podamos entonar aquello de ‘los viejos rockeros nunca mueren’.
