El nombre de Atalaya se acerca cada vez más a los de Scorsese, Nolan o Fincher. Todavía lejos de Hollywood, sus producciones ya no tienen nada que envidiar a las de los referentes de la industria cinematográfica
Y es que este 2023 ha sido un año de cine. Hemos disfrutado de estrenos de algunos de los mejores directores del planeta: Martin Scorsese con ‘Los asesinos de la luna’, Christopher Nolan con ‘Oppenheimer’, Greta Gerwig con ‘Barbie’, David Fincher con ‘The Killer’ o Ridley Scott con ‘Napoleón’. Bueno, quizás los franceses no estén tan contentos con esta última.
Si nos alejamos del panorama mainstream, otra de las superproducciones de 2023 está dirigida por Atalaya. Sin duda, reúne todos los rasgos del mejor blockbuster:
- Reparto de vértigo: el equipo ya estaba plagado de talento, pero el anuncio de las incorporaciones de Patricia Martínez, Jesús Arias y Marcos Mouro llevó esta película a otro nivel.
- Set de rodaje de élite: un espacio de trabajo envidiable, con unas condiciones ideales para sacar lo mejor de cada estrella y con zonas diferenciadas y adaptadas a cada escena.
- Acción: de principio a fin, esta producción es un no parar. 132 proyectos, el impulso de la primera ProAm de voleibol de España, colaboraciones con medios y centros educativos… Si pestañeas, te lo pierdes.
- Estrellas invitadas: personalidades de diferentes ámbitos hicieron sus cameos en el podcast, una de las grandes novedades introducidas por Atalaya.
- Final por todo lo alto: con la presión del calendario acechando, la película termina con una cena muy especial. Todo queda abierto para una séptima entrega.
Nosotros no hemos llegado a Hollywood (todavía), aunque el guion de este año nos ha quedado redondo.
Más allá de los focos y los reconocimientos, en Atalaya nos quedamos con nuestra evolución y nuestro salto de calidad en todos los sentidos. La plantilla no deja de crecer, sumando juventud y experiencia a partes iguales, las instalaciones han sufrido un cambio radical (a mejor) y las ideas están más claras que nunca. Nada parece indicar que en este nuevo año vayamos a bajar el ritmo, sino todo lo contrario.
En 366 días veremos qué ha dado de sí el guion del año próximo, cuya première está a las puertas.